Introducción
A lo largo de los años, la humanidad ha utilizado todos los recursos naturales, tanto los renovables como los no renovables, contribuyendo tanto al bienestar y desarrollo de los seres vivos como a su degradación y consecuencias. Por ello, y dado el ritmo de generación o regeneración de cada recurso, promovemos la importancia del mal uso y la utilización incontrolada de estos recursos y el valor de su conservación.
Desarrollo
El consumo y el desarrollo continuos de los recursos naturales están vinculados a la calidad, la producción, la oferta y la demanda de su flora y fauna; el objetivo es proteger las especies, los hábitats y los ecosistemas.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, existen disposiciones de calidad, humanidad y dignidad en relación con la condición física y mental de cualquier animal durante su ciclo vital, “desde el momento de su supervivencia, reproducción y muerte”.
La dignidad de un animal, también conocida como bienestar animal, se refleja en su salud, comodidad, nutrición y seguridad, sin dejar de lado factores internos como el miedo, el dolor, la ansiedad y la capacidad de expresar su comportamiento natural, que son importantes para su bienestar físico y mental.
Uno de los principios rectores del bienestar animal es la prevención de enfermedades, la manipulación y/o nutrición adecuadas, el cuidado y la atención apropiados, el refugio y un entorno estimulante y seguro, y el manejo óptimo de los animales para garantizar un sacrificio humano y digno de los mismos.
El bienestar animal, con una actitud humanitaria y compasiva, define algunos principios básicos y fundamentales de la calidad de vida de cualquier especie, como son
- Existe una evaluación objetiva entre la salud y el bienestar de los animales.
- Las internacionalmente aclamadas Cinco Libertades, desarrolladas por Roger Brambell a mediados de la década de 1960.
- Estar libre de hambre, sed y desnutrición (los animales deben tener acceso a suficiente comida y agua para mantenerse sanos y viables).
- No sufrir molestias físicas ni estrés térmico (el entorno en el que viven debe ser adecuado para cada especie, con condiciones de descanso seguras y adecuadas)
- No sufrir dolor, lesiones ni enfermedades (los responsables del alojamiento y desarrollo de los animales deben garantizar la prevención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado)
- Libertad para mostrar su comportamiento natural (los animales deben tener libertad para comportarse de forma natural, lo que requiere espacio suficiente, condiciones adecuadas y la compañía de animales similares).
- Liberarse del miedo y del sufrimiento (No sólo hay que evitar el dolor. Además, los animales no deben ser colocados en condiciones que les causen angustia mental, por ejemplo, para que no se estresen o tengan miedo).
- Reconocer y poner en práctica los principios de las 3R reconocidos mundialmente.
- Reducir el número de animales
- (3. Sustitución de animales por tecnologías sin animales).
- Una evaluación científica del bienestar animal que tenga en cuenta la selección, la evaluación y los juicios de valor claros y específicos.
- El uso de animales para la agricultura, la investigación, la educación, la compañía, el ocio y el entretenimiento para apoyar el bienestar humano.
- La responsabilidad ética al utilizar animales es, ante todo, su bienestar.
- Mejorar las condiciones de vida de los animales de granja y aumentar la productividad y la eficiencia económica.
- Equilibrar los criterios de bienestar y las recomendaciones basadas en un juicio objetivo.
Por todo ello, es importante entender y conocer no sólo sus necesidades básicas, como la alimentación y la salud, sino también la expresión de su desarrollo en libertad como especie. La tenencia de animales en casa o en zonas designadas requiere un conocimiento completo de lo que es normal y anormal en términos de salud y comportamiento, teniendo en cuenta su estado natural, por ejemplo: perros, gatos, hurones, caballos, ganado, etc. Con esta información, debemos proporcionar un entorno óptimo y adecuado en el que puedan aprender a interactuar para que se comporten a su manera y no acepten imposiciones o castigos que les permitan adaptarse o cambiar otras expectativas.
A la hora de considerar una evaluación global del bienestar animal, hay que tener en cuenta cuatro aspectos.
- ¿Se alimenta correctamente a los animales?
- ¿Se mantienen los animales correctamente?
- ¿La salud del animal es adecuada?
- ¿Refleja el comportamiento del animal un estado emocional adecuado? Estas cuestiones se consultaron y analizaron previamente hasta que finalmente se resolvieron y se pusieron en práctica, y hoy constituyen la base fundamental y el punto de partida de protocolos como Welfare Quality®, cuyos 12 criterios constituyen la base del bienestar animal.
Alimentación
- Ausencia de ataques prolongados de hambre
- Falta de sed prolongada
Colocación de
- Ausencia de ataques prolongados de hambre
- Falta de sed prolongada
- Ausencia de ataques prolongados de hambre
- Falta de sed prolongada
- Instalaciones recreativas
- Confort térmico
- Movilidad cómoda
Estado de salud
- No hay daños
- Ninguna enfermedad
- No hay dolor causado por los métodos de gestión como la castración, la eliminación de la cola, el descuerne, etc.
Comportamiento
- Expresa un comportamiento social adecuado para encontrar un equilibrio entre los aspectos negativos (por ejemplo, la agresividad) y los positivos.
- Expresar adecuadamente otras formas de comportamiento para que haya un equilibrio adecuado entre los aspectos negativos (por ejemplo, los estereotipos) y los positivos.
- Interacción adecuada entre el animal y el propietario para que el animal no muestre miedo a las personas. Estado emocional positivo.
Según el reglamento de 1924 de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el bienestar animal es la forma en que los animales responden a sus condiciones de vida, lo que constituye un marco legal que tiene en cuenta las normas que rigen el tratamiento de todos los animales en el mundo.
La producción, el transporte y el sacrificio del ganado para su uso y/o generación de ingresos, basados en normas científicas probadas y aprobadas por todos los Estados miembros, son importantes porque están influenciados por los sentimientos y las percepciones humanas, las regiones y las prácticas culturales, que influyen subjetiva y objetivamente en los aspectos científicos, económicos, éticos, sociales, culturales, políticos y religiosos.
Conclusión
Podemos identificar la necesidad de fortalecer y potenciar el bienestar animal en importantes dimensiones, desde las relacionadas con el manejo y/o cuidado hasta escenarios como el consumo, la productividad y la silvicultura, haciendo énfasis en la dignidad de la criatura, lo cual se verá reflejado no sólo en la calidad del animal, sino también en la remuneración de sus cuidadores, dueños y/o encargados.