▷ Ensayo sobre el 【Proceso De Cristo】

Te dejamos un Ensayo sobre el Proceso de Cristo, al final podrás descargarlo en PDF y Word. Espero y te sirva.

Tipo de ensayo: expositivo

Introducción

El juicio de Cristo es conocido en todo el mundo y no deja de ser un tema de conversación, cada Semana Santa se celebra en todo el mundo, hay mucha literatura al respecto, hay libros de demasiados autores diferentes que hablan de él, el más importante es la Biblia, que es una colección de los Evangelios escritos en diferentes épocas después de Cristo, en muchos libros se analiza y se estudia, pero en este libro Ignacio Burgoyne habla de él íntegramente desde la punto de vista legal para hablar de ello.

Desarrollo

Como personas con capacidad de raciocinio, debemos preguntarnos por qué tenemos esa capacidad, y la lectura del libro de Ignacio Burgoa Orihuela, El proceso de Cristo fue corrompido por influencia de la Iglesia, incluso cuando los tribunales judíos tenían un proceso escrito y claramente definido para resolver los litigios que hacía que los jueces respetados tuvieran menos interés que otra cosa y se atrevieran a tramar maliciosamente formas de impartir justicia, podemos ver que cualquier sistema, cualquier La institución que imparte justicia es corrupta. Nicodemo, el abogado de Cristo, expresa a la perfección todas las atrocidades contra el proceso que se producían en aquel momento en presencia de un hombre tan inocente como Jesucristo.

Como referencia histórica, en la época del nacimiento de Cristo gobernaban los romanos, quienes permitían la duplicidad a las naciones conquistadas, permitiéndoles conservar sus instituciones legales bajo la supervisión de un gobernador romano o pretor, y en esto se puede ver el engaño y la incitación de los jueces judíos contra Cristo, pues maliciosamente y sin justificación fabricaron y sometieron a Jesucristo a un juicio que no era… un juicio que no debería haber sido.

De hecho, para condenarlo, tuvieron que juzgarlo según los códigos penales judío y romano, porque fue arrestado en un lugar donde ni los tribunales judíos ni los romanos tenían jurisdicción, pues era una ciudad vecina, y a pesar de estas atrocidades fue arrestado y llevado a la casa de Anás, violando la regla hebrea de que los detenidos son llevados a un lugar llamado Gazit, donde son llevados por un tribunal llamado el Sanedrín.

Este es el segundo requisito procesal que se violó en el juicio de Cristo, y aquí vemos que el arresto tuvo lugar por la noche, que es el tercer requisito procesal que se violó porque el arresto debería haber tenido lugar durante el día, lo que nos lleva al siguiente procedimiento que se violó, es decir, un juicio público ante el pueblo. Esto no se hizo porque se cerraron las puertas para que nadie pudiera tratar de defender a Jesucristo, y la falta de verdad en todas las declaraciones sobre su acusación y arresto equivalía a un crimen, como señaló el abogado Nicodemo en su discusión sobre la extensión del juicio que organizó tal colapso legal masivo. El Sanedrín acusó a Jesús de blasfemia religiosa y lo condenó a la muerte por crucifixión, pero no podían ejecutar la sentencia sin la aprobación del gobernador romano Poncio Pilato.

Así que Caifás interrogó a Jesús de forma inapropiada, haciendo que sus declaraciones fueran blasfemas, pero sin resultados satisfactorios para los perversos judíos que querían matar a un hombre inocente. A pesar de la cuidadosa y ponderada defensa de Nicodemo de que no existía tal delito, los jueces judíos llevaron a Jesús ante Pilato, incluso yendo en contra de la ley de la época y exigiendo que el Nazareno fuera condenado a muerte por el delito de rebelión en la cruz, sin dar los tres días previstos para una justa defensa del acusado.

Ante las presiones y amenazas del pueblo judío para que el César se enterara de su desatención a sus demandas, Pilato consintió en que se matara a Cristo en la cruz sin ni siquiera juzgarle por el delito del que se le acusaba, y el código penal romano anunciaba de forma similar el desarrollo del juicio penal.

Pero en presencia de una turba enfurecida, a pesar de varios intentos de liberar al acusado, participó en parte del juicio y por “incompetencia” entregó el caso a Herodes, quien no encontró ninguna ofensa al pueblo romano, que volvió a Pilato desesperado, no queriendo condenar a un inocente, le exigió que torturara a Jesús para ganarse el favor del pueblo judío, pero sin el resultado deseado, pues el pueblo enfurecido exigió su crucifixión y él cedió.

Hay que tener en cuenta que la crucifixión no era un castigo según la ley judía, por lo que el hecho de que fuera juzgado por diferentes delitos en cada juicio indica claramente que si fue condenado a muerte, fue según la ley penal, no la judía. Podemos ver que hubo claras irregularidades en ambos juicios, y en todos 96 irregularidades.

Conclusión

Hay que subrayar que en el derecho romano “el juicio es un proceso de resolución de un litigio entre dos partes, mientras que en el derecho penal es el resultado de un delito”. Podemos concluir que las reglas de procedimiento establecidas por la ley judía en ambas leyes no se siguieron en los dos juicios que enfrentó Jesucristo en 12 horas. Que Hitler fue castigado divinamente por las atrocidades cometidas contra el pueblo judío en las dos leyes por las que fue juzgado es tan obvio que desde mi perspectiva incrédula, ante una mano omnipresente y omnipotente, permito la idea de que de alguna manera recibieron el castigo que merecían.

Sea Jesucristo el Mesías o no, el hecho de que fuera un hombre que respetó la ley que le rodeaba y cuya sola existencia no perjudicó a nadie, no merecía semejante trato por parte de los llamados “doctores de la ley” de los hebreos, que le trataron de forma cruel e insensible al amparo de la ley, manchando el nombre de algo tan sagrado como el derecho, provocando escalofríos a cualquiera que se llame a sí mismo abogado o amante del derecho.