Introducción
El Principito es un clásico de la literatura escolar, adolescente y adulta. Esta novela se interpreta de forma diferente cada vez que la leemos, y nos deja diferentes lecciones a medida que maduramos y nos enfrentamos a la vida de forma diferente cada día.
Los personajes de esta novela son muy característicos, cada uno con una cualidad determinada. Lo más importante es la capacidad de convertir los errores en algo positivo, que es lo que un líder debe y tiene que buscar en una persona.
A lo largo de la vida solemos tener que enfrentarnos a sentimientos de superioridad, inferioridad, dependencia e independencia, igualdad y desigualdad, a cómo debería ser la existencia y a cómo podemos hacer frente a estos retos que se nos presentan. Entonces, ¿cuáles son las responsabilidades de un líder y qué cualidades debe tener un buen líder? Estas son algunas de las preguntas que guían este trabajo, ya que el propósito de este trabajo es principalmente relacionar la inteligencia emocional con esta pieza literaria, ya que tiene algo que decir sobre la buena gestión de las masas e implica un mayor nivel de conocimiento debido a su alto contenido de valor.
De este modo, trata de buscar lecciones a través del pensamiento divergente. Una cita de El Principito lo demuestra: “No se puede ir lejos en línea recta”. En realidad, hay que arriesgarse y aprender a cometer errores, porque quedarse en un sitio no favorece el crecimiento.
Desarrollo
Saint-Exupery, el autor de El Principito, fue capaz de expresar muchas frases en un libro que sorprendió a muchas generaciones de lectores por su contenido filosófico. No es casualidad que este autor, cuya vida transcurrió bajo el signo de los tiempos de guerra, eligiera plasmarlos en cada frase pronunciada por El Principito. Hay que añadir que el cautiverio le ayudó a reflexionar sobre quién era realmente.
Detrás de cada letra hay un narrador que anhela viajar por el planeta para reencontrarse a sí mismo y embriagarse de vida porque siente que puede crecer emocional y espiritualmente.
Como dice el autor de El Principito a través del narrador: “Juzgarse a sí mismo es mucho más difícil que juzgar a los demás. Si lo consigues, te convertirás en un hombre sabio”. Estas son las palabras de un rey que vive en un planeta que sólo él habita. Es extraño manejar un espacio físico para uno mismo, ya que si uno quiere ser un líder normalmente debe liderar un grupo grande de personas, pero Exupery en su soledad es capaz de representar a su líder principal, el principito.
El liderazgo se adquiere con el tiempo y requiere ciertas habilidades a nivel emocional. Un buen líder intenta sacar lo mejor de los demás para reforzar los puntos fuertes y las oportunidades en el camino. A lo largo de la vida, nos encontramos con personas que afirman la positividad. Así, el Principito posee una serie de cualidades que lo convierten en un líder positivo, capaz de mejorar y desarrollar la inteligencia emocional en la compleja plataforma de la sociedad moderna. Característicamente, el zorro dice: “Sólo el corazón puede ver con claridad; lo esencial es invisible a los ojos”. Es aquí donde el zorro se da cuenta de que el joven príncipe está dispuesto a razonar que la rosa que cuida y deja en el planeta inicial nunca será reemplazada, porque esa flor posee propiedades que ninguna otra flor posee. En otras palabras, las cosas más importantes pasan desapercibidas en nuestras vidas. Un buen líder debe centrarse en lo esencial para encontrar soluciones concretas a los problemas.
Es muy importante alcanzar ese nivel superior de pensamiento. El joven príncipe tenía la capacidad de ver posibilidades, porque en cada planeta conocía a una persona y aprendía de ella. Aprende mucho de los reyes, de los vanidosos, de los borrachos y de los empresarios, porque todos son personas superficiales. Para ser un buen líder, hay que ser capaz de empatizar, escuchar activamente y ser tolerante, todos ellos componentes importantes de la inteligencia emocional.
Para obtener buenos resultados, es necesario trabajar en colaboración, de lo contrario surge la individualidad, que no contribuye al desarrollo de las ideas que crean el conocimiento humano.
El joven príncipe nunca duda de todos sus problemas, lo que le convierte en un personaje incansable asociado al conocimiento, y aunque deja su posesión más preciada, una flor, en su planeta natal, esto no le impide encontrar la esencia de su viaje: encontrar un zorro que domar. Así, “…… Si me dominas, nos necesitaremos mutuamente. Por mí te harás único en el mundo, y por ti me haré único en el mundo”.
“…… Pues el rey se preocupaba especialmente de que se respetara su autoridad. No toleraba la desobediencia. Es un monarca absoluto, pero como es muy bueno, da órdenes razonables”. Un buen líder sabe aprovechar todas las capacidades de los demás y se esfuerza por aceptar las diferencias y las virtudes de quienes están bajo su mando.
Cuando el principito se encuentra con la vanidad, tienen esta conversación.
- ¡Pero estás solo en tu planeta! – El principito dijo…
- Dame este placer y adórame igualmente” . – Un hombre vanidoso dice…
Cuando nos dejamos llevar por esa superficialidad es cuando la humanidad tiene que replantearse que no somos los únicos en el mundo y que tenemos que darlo todo para conseguir cosas buenas para los demás, no sólo a nivel personal. Los líderes siempre están pensando en cómo llevar a cabo actividades que contribuyan a la consecución del bien para todos. Para entender mejor a los demás, tenemos que entendernos a nosotros mismos. Cuando nos damos cuenta de nosotros mismos y nos comprometemos a ser mejores cada día, estamos preparados para ayudar a los demás. Cuando nos respetamos a nosotros mismos, sólo entonces podemos respetar a los demás. El principito entendía muy bien esta enseñanza de valores, porque terminaba cada uno de sus viajes con gran respeto, aunque a veces no estuviera de acuerdo con las ideas y acciones de algunos de los habitantes del planeta.
A lo largo del texto, El Principito muestra que hay diferentes formas de relacionarse adecuadamente, y que la única manera de dirigir a las masas es a través del diálogo constante. Un líder no es sólo un jefe, sino una persona que organiza grupos humanos y utiliza la inteligencia emocional para influir en los demás.
Conclusión
Cabe destacar que el principito, al visitar los planetas, encontró nuevas experiencias que no habría reconocido en su planeta si siempre hubiera tenido sentimientos por las flores.
Hay que mantener la ilusión y la inocencia a pesar de los malos momentos vividos.
Algunas frases o pensamientos profundos de El Principito son cruciales para entender un mundo tan complejo como el nuestro, un mundo dirigido sólo por individuos, donde el trabajo en equipo no existe porque no importa lo que hagan los demás. La necesidad de no olvidar nunca quiénes somos y de buscar siempre el propósito de nuestras vidas, como hizo el principito al trasladarse de un planeta a otro, nos hace comprender que nada es casual y que todo tiene una razón. El encuentro con el zorro es quizás el momento más intenso y reflexivo de la obra del autor.
Es muy importante entender a las personas desde diferentes perspectivas para hacerse una idea correcta de ellas. De este modo, aprendemos a buscar la esencia de las personas y a apreciarlas por lo que son, no por lo que tienen. Estas son las características de un buen líder, y por eso es importante que anime a los demás.
Sólo podemos lograr un cambio significativo si sabemos cómo llegar a la gente, y debemos hacerlo con amor y generosidad, no hay otra manera.
