Introducción
El tráfico de drogas ha sido uno de los principales problemas del mundo a lo largo de la historia, desde el cultivo en los países subdesarrollados hasta el consumo y la producción en los países occidentales.
El hecho de que el narcotráfico fuera una catástrofe en Colombia, provocando un cambio social en ese país y separando los valores éticos y morales de nuestras familias, dando prioridad sólo a los intereses económicos, se refleja en las décadas de los 70, 80 y 90. Este artículo, abordando el contexto contemporáneo y la cultura latinoamericana, profundiza en los problemas creados por el narcotráfico en Colombia y los problemas creados por los grupos que se vieron influenciados política y económicamente por este negocio ilícito.
No es ningún secreto que el tráfico de drogas es y será siempre un negocio y ha sido un problema social, tanto político como económico, desde su aparición en el mundo.
Drogas y Colombia: esta es la imagen que representa nuestro país a nivel internacional, en los países vecinos y en nuestra propia sociedad, una realidad que ha sido manipulada y distorsionada a lo largo del tiempo, para que todo el país sea conocido únicamente como productor y distribuidor de cocaína y drogas en el mundo, lo que se muestra en un contexto de mafia, maldad, enriquecimiento ilícito y corrupción que compromete la dignidad de los colombianos y sus intereses culturales, sociales y económicos.
Desarrollo
El Narcotráfico se define como “la actividad ilícita de producir, transportar o vender drogas ilícitas o sustancias utilizadas en la producción de drogas”. Drogas como la cocaína, el cannabis y la heroína son las más traficadas en Colombia en el mundo.
El tráfico de drogas comenzó con la producción mundial de sustancias alucinógenas, la mayoría de las cuales se cultivan ahora en países del Tercer Mundo y luego se introducen de contrabando en los países consumidores de Estados Unidos y México.
El narcotráfico del país y su periodo más glorioso se produjo en la década de los 70, cuando empezaron a surgir notables cárteles de la droga como el de Medellín, encabezado por Pablo Emilio Escobar Gaviria, el de Cali, dirigido por los hermanos Rodríguez Orejuela, el del Norte del Valle, dirigido por los hermanos Erno, y las FARC y la Organización Nacional Antidroga.
Estos grupos ilegales y delincuenciales viven en tiempos violentos, utilizando la violencia, secuestrando personas, produciendo cocaína, reclutando a la fuerza a personas para que se unan a ellos y alimentándose del esfuerzo de otros, expulsando a los campesinos de sus casas para montar laboratorios de droga e intimidando a los colombianos en general, con la intención de estos grupos criminales. Fue una época muy difícil para todos los colombianos, ya que estos cárteles de la droga se apoderaron de la paz de todos e intentaron destruir el país a través de actos terroristas que causaron un gran daño al territorio natural de Colombia, mientras ellos pretendían hacer su negocio y la población estaba en un constante estado de miedo.
En el Cartel de Medellín destaca la conocida participación de Pablo Escobar de Gaviria, pero también es un grupo implicado en actividades delictivas y de narcotráfico que ha causado un gran daño a Colombia, no sólo con atentados a personas inocentes, secuestros, robos, violaciones y otros actos. Pero estos actos han dejado su huella en el corazón de todos los ciudadanos, no sólo de las víctimas, sino también de los que hemos sufrido, porque somos una nación, un legado en el que todos estamos manchados y marcados de por vida, y cada día hacemos lo posible por deshacer ese daño.
Este tema tiene una profunda conexión con el desarrollo social, ya que los fundadores de estos cárteles o grupos provienen de familias pobres o de bajos recursos, como se ha visto en el caso del narcotraficante Pablo Escobar, lo que ha llevado a estos criminales a incluir también a personas con menos recursos económicos en sus grupos o cárteles. En algunos casos, son enviados al extranjero para entregar drogas en diferentes lugares o utilizados para actividades terroristas como secuestros, asesinatos por encargo y desplazamientos forzados.
Los narcotraficantes también utilizan su poder económico para infiltrarse en el tejido de nuestra sociedad colombiana, para intervenir y formar alianzas con el gobierno y, sobre todo, para hacerse con el control de parte del territorio nacional. Su principal chantaje: el uso de la fuerza a través de grupos armados ilegales paramilitares y guerrillas, con los que pretenden desestabilizar al gobierno, imponer sus propias leyes y valores, burlar a todos, violar los derechos humanos y poner en peligro la permanencia del sistema democrático.
Conclusión
- Por nuestro pasado, Colombia ha sido durante muchos años y sigue siendo considerado un país peligroso, de drogas, corrupción, mujeres y dinero fácil, y hay que conocer nuestra historia para entender que estos prejuicios se pueden cambiar.
- Algunos ciudadanos, por falta de recursos, de educación y de oportunidades, suelen elegir la violencia y el narcotráfico como solución a la pobreza y como oportunidad para mantener a sus familias, sin darse cuenta de las enormes consecuencias que puede acarrear entrar en este mundo.
- Las drogas no son sólo un tema de seguridad nacional, sino también político, social y económico, que conlleva los graves problemas que nos ha dejado la historia de Colombia: muerte de inocentes, corrupción al más alto nivel, guerras interminables, violaciones, secuestros, desintegración familiar, terrorismo, daños ambientales ……., etc.